jueves, 14 de agosto de 2014

Así son los gauchos, los gauchos de Boedo son así

San Lorenzo de Almagro se consagro campeón tras derrotar anoche  por 1 a 0 a Nacional de Paraguay en el partido revancha de la final de la Copa Libertadores de América en el Nuevo Gasómetro.

 Edgardo Bauza demostró las razones por las que fue llamado a dirigir al conjunto azulgrana, el sueño por alcanzar la copa más importante de Sudamérica finalmente fue cumplido y no solo fue mérito del DT y del plantel sino que también  el ídolo máximo del club que con 34 años jugo los últimos partidos definitorios como si no hubiera un mañana, Leandro Atilio Romagnoli, quien anoche entre lágrimas manifestó: “estamos viendo con el Bahía para ver si me quedo o me voy”.

Desde el pitido final del arbitro Sandro Ricci, todo fue fiesta en el Nuevo Gasómetro como así también en la clásica esquina de San Juan y Boedo. Cabe resaltar el  buen comportamiento de la gente que manifestó la emoción sin violencia ni destrozos. La emoción de abuelos, padres, hijos, nietos y aun hasta los hinchas que están en el cielo pujaron para que se diera el sueño que por años se había hecho esperar. Hoy el Bicampeón Bauza sonríe, Pipi Romagnoli levantó la copa, Boedo esta de fiesta.

Sin embargo, antes de la gloria, hubo momentos donde se experimentaron distintas emociones. Allá en Paraguay la victoria estaba en el bolsillo desde el comienzo pero en el complementario una jugada que finalizó en gol dejó a más de uno sin dormir. Obligado a buscar la victoria de local y la visita que no se quedo de brazos cruzados, presionó desde la primera línea de juego hasta la última.

Esta serie de emociones son fruto del sufrimiento, en la historia San Lorenzo de Almagro estuvo marcado por acontecimientos que lo obligaban a desaparecer de la historia del fútbol argentino pero no lo lograron. La mas fiel y la que nunca abandonó es la Gloriosa hinchada del Ciclón que soportó el embargo de su estadio, perder la categoría, jugar de local en canchas ajenas, luchar por mantener la categoría y su identidad. Aun así la gente envuelta en el llanto, entregó el estadio de Av. La Plata,  en la B Nacional copó cada partido y alentó al Matador, Construyó una nueva cancha, la llenó en cada partido  nunca dejo de alentar, ni siquiera cuando el promedio era el monstruo que acechaba. Como si fuera poco, construirá una tercera cancha y en el punto donde nunca se debió ir.

Hoy Boedo se vistió de fiesta y después de beber de la amarga copa durante años, hoy brinda con la Copa Libertadores 2014, “la que se hizo desear”. Hoy gracias  a Francisco I  “que tiene el celular de dios” y a este grupo que tiene unos huevos enormes, la vuelta a Boedo se llevará a cabo con la copa bajo el brazo. 

Por Eduardo Pérez › En Twitter @eduardoperezg89

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